top of page

A cinco años del huracán Iota: la resiliencia que renació en Providencia y Santa Catalina

  • Foto del escritor: Redactor
    Redactor
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura
ree

El 16 de noviembre de 2020 quedó marcado para siempre en la memoria del Archipiélago. Aquella noche, el huracán Iota, el primero de categoría 5 en golpear Colombia, atravesó Providencia y Santa Catalina con una fuerza devastadora que destruyó cerca del 98 % de la infraestructura y dejó a la comunidad enfrentando uno de los momentos más difíciles de su historia reciente.


Cinco años después, las islas no solo se levantaron: renacieron con la misma fuerza del viento que intentó derribarlas. Hoy, Providencia y Santa Catalina son testimonio vivo de resiliencia, cultura y unión comunitaria.


La reconstrucción de las islas no fue únicamente una obra física: fue un tejido social, un trabajo mano a mano entre raizales, autoridades locales, voluntarios, entidades nacionales y cooperación internacional. Casas, escuelas, puente, centros comunitarios, senderos y comercios volvieron a levantarse.


El icónico Puente de los Enamorados, los sectores de Freshwater Bay, Southwest Bay y las posadas nativas recuperaron su vida y energía. Las tradiciones culturales, la música, la pesca artesanal, la gastronomía y el creole que llena de identidad cada palabra, siguieron siendo el alma que sostuvo a las islas en su proceso de renacer.


Las mayores lecciones vinieron de la gente. Pese al dolor y las pérdidas, la comunidad raizal demostró al país su fortaleza: familias que reconstruyeron juntas, pescadores que volvieron al mar, mujeres que mantuvieron vivas las recetas y tradiciones, jóvenes que lideraron jornadas de limpieza y apoyo, y líderes comunitarios que levantaron la voz para defender su territorio y cultura.


Cinco años después, Providencia sigue siendo un lugar donde la sonrisa surge con facilidad, donde la calma del mar acompaña, y donde cada visitante es recibido con ese cariño isleño que no desaparece ni con los huracanes más fuertes.


ree

Turistas responsables: un llamado que sigue vigente

Hoy, más que nunca, quienes visitan el Archipiélago tienen un papel fundamental. Las islas han avanzado, pero su ecosistema, su cultura y su gente siguen siendo frágiles y valiosas. Por eso, el compromiso de cada viajero debe ser claro:

  • Respetar la cultura raizal y sus espacios.

  • Consumir local y legal, apoyando a los prestadores de servicios de la isla.

  • Cuidar la Reserva de Biosfera Seaflower, evitando plásticos de un solo uso, no tocando la fauna marina y siendo responsables en las playas y senderos.

  • Valorar el entorno natural, uno de los patrimonios más extraordinarios del Caribe.


Viajar a Providencia y Santa Catalina es una experiencia que marca el corazón, pero también es una responsabilidad compartida. Cada gesto cuenta.


Hoy recordamos lo que ocurrió, honramos lo que se perdió y celebramos lo que hemos logrado juntos, aunque aún falta un camino por recorrer en la lucha por nuestras derechos. Providencia y Santa Catalina son un recordatorio poderoso de que las islas, aunque pequeñas, tienen una fuerza inmensa.


Desde junio de 2022, las islas estuvieron listas para seguir recibiendo al mundo nuevamente. Y cada visitante que llega se convierte en parte de esta nueva historia construida con amor, resistencia y esperanza.

bottom of page